El déficit fiscal hace referencia al resultado o saldo contable de las cuentas públicas en un periodo de tiempo, normalmente un año. Cuando el Estado, en este caso el Gobierno Central, gasta más de lo que recibe como ingresos se manifiesta un déficit, es decir, un resultado negativo. Los ingresos corrientes del Estado se componen esencialmente de impuestos y en menor medida de contribuciones sociales, rentas a la propiedad, venta de bienes y servicios y donaciones.
Por otro lado, el gasto público se compone de una parte obligada que permite al Estado funcionar en sus actividades cotidianas, como el pago de salarios a funcionarios y la compra de bienes y servicios, como también realizar transferencias sociales y honrar los intereses de su deuda. La otra parte del gasto se relaciona a la inversión pública, es decir, a la creación y ampliación de activos físicos que se utilizan de manera directa o indirecta en la producción de bienes y servicios o cumplen algún rol social de alto valor. Por lo tanto, podemos referirnos a la inversión pública como la capacidad del Estado de proveer bienes públicos; como rutas, puentes, hospitales y escuelas.
Ahora, cuando el Estado desembolsa más dinero en sus gastos corrientes de lo que logra recaudar vía impuestos y los ingresos corrientes mencionados, decimos que se presenta un déficit fiscal primario. Cuando a estos gastos corrientes le añadimos los intereses financieros que se pagan por la deuda asumida anteriormente obtenemos el déficit financiero. Este déficit fiscal financiero aparece en las cuentas públicas como “Balance Operativo Neto” y debe ser financiado con deuda (interna o externa) o emisión monetaria ejercida por el Banco Central.
En el año 2022 el déficit fiscal del Paraguay ascendió a 3% del Producto Interno Bruto (PIB). Casi la totalidad del endeudamiento estuvo destinado a inversión pública.
Resumen de Finanzas Públicas del Paraguay – Periodo 2022 | ||
Categoría contable | % PIB | Calculo |
Ingreso total corriente | 14,1 | A |
Gasto obligado/corriente | 14,2 | B |
Balance Operativo Neto | -0,1 | C = A-B |
Inversión Pública (Adquisición de activos no financieros) | -2,9 | D |
Préstamo neto (Déficit fiscal) | -3,0 | E = C+D |
Fuente: Ministerio de Hacienda
¿Y la inversión pública? En este caso, si se cuenta con un balance operativo deficitario que debe ser financiado con deuda, la inversión pública deberá también ser financiada totalmente de la misma manera. En caso contrario, si el balance operativo arroja un superávit, este ahorro podrá utilizarse para financiar parcial o totalmente la inversión pública. Al final, el préstamo total o endeudamiento neto del periodo tendrá que cubrir el déficit del balance operativo y financiar la inversión pública i.e. adquisición neta de activos no financieros.
Por un lado, los déficits fiscales impulsan la demanda agregada y la producción inyectando liquidez en el flujo circular de ingresos, pero así también pueden resultar imprudentes si no están destinados a financiar solo la inversión pública, de modo a que no se generen obligaciones con el fin de pagar gastos corrientes que no producen ingresos significativos en el futuro. La inversión pública, al contribuir con la capacidad productiva del país, puede generar los propios ingresos futuros que permitan saldar la deuda del país, lo que también despierta el interés de los capitales nacionales y extranjeros para financiar dicho déficit de forma sostenible.