Celebramos el Día de la Industria y el 88 aniversario de la UIP, curtidos por la experiencia y, con la convicción de que el futuro, está lleno de oportunidades.
No estamos aquí para recitar un libreto de reclamos, sino, para invitar a todas las fuerzas sociales, a unirse al gran proyecto de construir un PARAGUAY INDUSTRIAL, donde el empleo digno y las oportunidades de desarrollo, sean una realidad para todos.
El ímpetu industrializador confluye con el horizonte que nos hemos trazado como Nación.
Hemos dado pruebas, de estar firmemente vinculados al destino de nuestro país, superando retos y haciendo frente a situaciones difíciles, sin recurrir al; "no se puede".
Siempre hemos dicho "presente" con valores y esfuerzos.
¡En esta etapa crucial, todos los actores económicos debemos sacrificar intereses sectoriales, por un proyecto nacional que promueva un desarrollo inclusivo, moderno y solidario!!
¡La industrialización es el motor que desata las transformaciones sociales, eliminando barreras que impiden el desarrollo integral!!
Somos la fuerza, que motoriza la transición de la sociedad tradicional hacia una sociedad moderna, en la que todos los paraguayos tengamos el acceso a oportunidades económicas.
La inversión tanto nacional como extranjera, grande o pequeña, representa el compromiso con el futuro del país.
Intensifiquemos la diversificación de nuestra producción, combinando la agroexportación, con capacidades industriales, ampliando la oferta de servicios globales, el uso de energías renovables, la manufactura de materias primas no tradicionales y la incorporación de la industria tecnológica.
Solo así, lograremos que el crecimiento económico sea sostenible en el tiempo.
Para lograrlo, es crucial que implementemos las reformas necesarias que fortalezcan las instituciones.
¡La inversión solo prospera, en un entorno estable y jurídicamente predecible!!
¡Las estructuras estatales que ralentizan las posibilidades del desarrollo, deben ser enmendadas, o de lo contrario, suprimidas!!
En las últimas décadas, hemos avanzado hacia la diversificación productiva.
Según el informe de la calificadora Moody¨s, el proceso de diversificación industrial, fué un factor influyente para la reducción de vulnerabilidades y para la obtención del grado de inversión.
¡El sacrificio de los industriales paraguayos ha sido determinante.!
Sabemos que el éxito industrial, depende de la estabilidad macroeconómica y de la previsibilidad institucional.
Sin estos pilares, no podemos planificar con criterios estratégicos.
A pesar de la fuerte competencia de nuestros gigantes vecinos, Brasil y Argentina y de las lejanas China e India, la industria paraguaya sigue adelante, invirtiendo para la mejora de su competitividad y perfeccionando la calidad de sus productos, aún sin condiciones crediticias de desarrollo.
La busqueda de la excelencia, es inherente al esfuerzo industrial paraguayo.
Durante mucho tiempo, nuestro modelo de desarrollo se caracterizó por la exportación de materias primas, la triangulación comercial y el comercio ilegal.
Estas circunstancias, limitaron nuestras posibilidades de crecimiento.
El credo industrialista, no tuvo predicamento en las élites gobernantes. Estas, no comprendieron la importancia de este proceso para el país.
La falta de una estrategia a largo plazo, las razones históricas, la situación geográfica y la estrechez del mercado doméstico, determinaron nuestro rezago social y económico. ¡Vivimos tiempos recios; “La geopolítica le ha puesto límites a la globalización”!!
Los conflictos armados, el surgimiento de nuevos liderazgos y la redefinición de las zonas de influencia, han puesto en peligro la estabilidad económica mundial, replanteando la globalización.
En este contexto, la soberanía de los países dependerá de su fortaleza económica, y la industrialización será clave para garantizar la cohesión social y la autosuficiencia.
¡Esperamos decisiones, que nos alejen, de cualquier modelo, que propenda a subutilizar nuestra capacidad industrial!
No podemos depender únicamente de las rentas de los recursos naturales; necesitamos una base industrial sólida, que asegure el crecimiento y el bienestar de las futuras generaciones.
La lógica del rentismo económico, ha dominado por mucho tiempo nuestra economía, beneficiando a unos pocos, mientras que la inversión industrial estuvo desamparada.
La óptica rentista impregnó el consumo energético, la triangulación comercial, el sistema financiero, la especulación inmobiliaria, y el contrabando.
¡De una vez por todas; ¡Que la producción, sustituya a la especulación!!
La industrialización no responde a un proceso de generación espontánea;
El crecimiento económico con desarrollo social requiere políticas a largo plazo, que promuevan la creación de valor y fortalezcan nuestra capacidad productiva.
La mutación de una economía agraria-ganadera, hacia una sociedad industrial y de servicios, demanda liderazgos comprometidos con las transformaciones.
La improvisación, no nos llevará hacia el desarrollo; definamos un plan claro y decidido para lograrlo.
Recordemos, la destrucción creativa y la innovación tecnológica, son conceptos propios de la economía de mercado y de la libre competencia y son determinantes para quienes buscan beneficios de largo plazo.
La postergación de este proceso ha privado al país de empleos de calidad, ha limitado nuestras capacidades de crecimiento, y para peor, ha expulsado a generaciones de paraguayos que, se vieron obligados a buscar el bienestar en otros países, con la consecuente mutilación de las familias.
El trabajo industrial no es una iniciativa artesanal; exige ciencia, disciplina y organización.
Aunque la industrialización no es el único aspecto del desarrollo social, ningún país ha alcanzado el estatus de sociedad desarrollada, sin contar con una industria fuerte y competitiva.
Hoy más que nunca, estamos convencidos de que el impulso industrial, nos permitirá elevar nuestro nivel de vida.
Reafirmamos nuestro compromiso: "Que el estado genere las condiciones para la inversión, modernizando y transparentando la política y nosotros nos ocuparemos de crear más y mejores empleos ".
“El Liderazgo estatal, debe adelantarse a los cambios que la sociedad necesita.”
Celebremos el logro del grado de inversión, alcanzado gracias a la continuidad de políticas públicas, la coherencia en la gestión económica y el apoyo industrial en la diversificación productiva.
Valoramos la simplificación de los procesos administrativos, la reducción de costos vinculados a nuestra mediterraneidad y la lucha contra la informalidad, factores clave para la mejora de la competitividad.
Presidente, este año, en el Foro de Emprendedores Industriales nos diste el mensaje, de que no por haber logrado el éxito personal, llegando al cargo máximo de la República, bajo un modelo que no te generaba comodidad, justificarías el mantenimiento de dicho modelo, cuando el mismo no beneficia a la mayoría.
Presidente, necesitamos materializar políticas públicas concretas, que nos dirijan sin pausas a resolver el problema del empleo de los paraguayos.
Generemos oportunidades.
Tengamos conversaciones maduras, generosas y abiertas, para que en temas que hacen al trabajo, no haya vencedores ni vencidos.
¡Es hora de transformar los desafíos en más oportunidades, de potenciar nuestra industria, y acelerar el transitar hacia el desarrollo!
Sigamos adelante con determinación y confianza.
Muchas Gracias
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