Cuatro generaciones produciendo turrones de maní

En la ciudad de Filadelfia, hace 65 años una familia fabrica turrones de maní en honor al bisabuelo que llegó a nuestro país desde Rusia a instalarse en el Chaco paraguayo. “Kelwa” que significa turrón en ruso, lleva ese nombre en honor al Fundador de la empresa Kornelius que tuvo la visión de fabricar turrones de maní en retribución a los paraguayos de la oportunidad de iniciar una nueva vida con su familia.

Verónica de Eckert, vicepresidenta de la firma Verofem S.A, explicó que el producto lleva un importante valor agregado al utilizar 100% de materia prima nacional sin químicos, destacando el alto valor nutricional: “El producto que más se vende es el turrón del maní porque se comercializan para la merienda escolar; llegan a los departamentos de Boquerón, Amambay y Paraguarí. Es muy nutritivo especialmente para los chicos que no desayunan y le da fuerza para estudiar todo el día”, afirmó.

Empresa con alta Responsabilidad Social.

Verofem adquiere la materia prima de los productores del Chaco, que pasan previamente por un proceso de limpieza con certificado de calidad. “No usamos conservantes, ni colorantes lo que hace que nuestros productos sean 100% de naturales”.

Emplean mano de obra formal de entre 28 personas, la mayoría son mujeres indígenas. “Lo que queremos es dar empleo a nuestros vecinos, que cuenten con seguro médico y que sea su sostén diario para que puedan mandar a sus hijos a las escuelas”.

Finalmente expresó el deseo del fundador de la empresa de las intenciones de industrializar el maní: “queremos que el maní que se produzca en el Chaco se industrialice y se exporte los turrones, es nuestra meta tenemos el certificado de calidad HACCP y estamos listos para exportar”, finalizó la entrevistada.

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